Aunque el reglamento de la Real Federación Española de Fútbol era indiscutible al respecto y la UD Melilla ya conocía, desde la jornada de este domingo, que su rival para segunda ronda de playoff sería el cuadro del Atlético Baleares, uno de los grandes equipos de la Segunda División B del fútbol español, la confirmación oficial de la Federación no llegó hasta la jornada de ayer tras el sorteo oficial en el que se han decidido el resto de emparejamientos. Los unionistas se medirán a uno de los equipos más complicados de la categoría, un plantel que lleva sin perder desde el pasado 22 de diciembre, racha que le sirvió para obtener el título de campeón del Grupo III. Los melillenses tendrán enfrente a uno de los mejores conjuntos de esta categoría y que está planificado para dar el salto a la Segunda División del fútbol español. Tan solo la mala suerte privó a los baleares del ascenso en la eliminatoria de los campeones de grupos al empatar a uno en su terreno de juego frente al cuadro del Rácing de Santander, después de ir venciendo a lo largo de todo el partido con el 1-0.
Por la posición de ambos clubes al término de la competición, además, será el conjunto baleárico quien ostenta la ventaja de jugar el segundo partido en casa. Así pues, el Álvarez Claro volverá a abrir sus puertas al mejor fútbol este fin de semana y se espera, como mínimo, un ambiente similar al vivido durante el choque de ayer.
El horario y fecha definitiva del encuentro quedará fijado próximamente. La afición acudió en masa a la llamada de su equipo (se ocuparon unas 4.200 entradas del aforo total de 6.200 personas que tiene el estadio), vibrando con una victoria muy trabajada de un equipo que dejó el esmoquin por las exigencias del guión y se ajustó el mono de trabajo para hacer inútiles las intentonas del filial ‘groguet’. Especial mérito tuvo la grada de animación, que anduvo calentando el partido ya desde la tarde en la Fan Zone de Global y hasta el final del encuentro.
Los azulinos ya se encuentran preparando esta nueva cita
Para preparar tan complicada cita ante los de Mandiola, el único equipo del fútbol español que no ha perdido un partido en 2019, los melillenses han vuelto a trabajar sobre el verde del estadio, donde han acometido la sesión regenerativa o compensatoria de cada lunes. En ella han participado todos los futbolistas del plantel, si exceptuamos al centrocampista Jordi Ortega, que no podrá vestirse de corto en lo que resta de temporada puesto que se está recuperando de la operación que padeció en una de sus rodillas hace escasas semanas. La circunstancia más positiva para el cuerpo técnico dirigido por Luis Miguel Carrión es que podrá poner en liza a su equipo de gala en el partido de ida que se disputará este próximo fin de semana ante el cuadro balear.
Los melillenses tendrán en la jornada de hoy día descanso, para poner los cinco sentidos, en los aspectos tácticos del compromiso ante los baleares puesto que la única premisa que tienen en la cabeza cada uno de los componentes de la primera plantilla de la UD Melilla no es otra que conseguir un buen resultado deportivo.